“Extrañamos Perú, pero tenemos que sacrificarnos si queremos tener una vida mejor”
¿Cómo surge la idea de viajar a Italia?
Primeramente yo no tenia ninguna ambición de salir del Perú, todo lo que paso se lo debo al destino, porque yo estaba estudiando en la Universidad y en ese entonces la mama de mi novio estaba en Italia, así que me animo para ir a ese país.
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¿Te dio pena dejar a tu familia?
Bueno, no tanto porque aquí se quedaban mis hermanos, además que en Italia estaba mi hermana y la mama de mi novio; no estaba sola. Pero en verdad lo que me dio mas pena fue dejar mis estudios; porque ya no me dio tiempo de sacar mi titulo, solo obtuve el grado de bachiller en biología.
¿A que parte de Italia llegaste?
Llegue a la casa que alquilaba mi hermana, ella compartía un cuarto con tres personas. Llegue a la ciudad de milano Via Ripamonti.
¿Quién te recibió?
Me recibió mi hermana, pero para mi todo era diferente, sobre todo por el habla; uno se siente como un analfabeto; es como si no supieras hablar, ni escribir. Poco tiempo después me fui adecuando a la nueva cultura y trataba de aprender el idioma viendo películas y prestando atención a lo que hablaba la gente. Lo bueno es que aquí en Italia hay un lugar para los extranjeros, en donde puedes aprender el idioma y sobre todo que no te cuesta nada.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
Después de un mes de mi llegada, me propusieron un trabajo para cuidar a una señora de 89 años. La señora era una persona buena, yo entre a trabajar cama adentro, de lunes a sábado. La señora era una persona que vivía sola, tenia hijos pero la iban a visitar de vez en cuando, no es como en Perú que casi todos los hijos viven con su madre; allá es muy diferente, los hijos crecen y se van.
¿Durante cuánto tiempo trabajaste?
Trabaje por un año, yo le ayudaba a hacer la limpieza, cocinaba y por las tardes jugábamos cartas, a ella le gustaba jugar, así que yo también aprendí. Después a la señora la llevaron a un acilo porque su hijo había muerto y yo había nadie quien se ocupara de ella.
¿Llegaste o Italia como legal o ilegal?
Primero yo llegue como ilegal, pero después de un año salió una ley que permitía a lo ilegales volverse legales; siempre y cuando tuvieran un trabajo, entonces al otro mes presente mis papales y me dieron el permiso de residencia en Italia, ya con ese documento podías transitar por toda Italia y lo bueno es que podías conseguir un trabajo en cualquier lado.
¿Que es lo que mas extrañas de Trujillo?
La libertad, porque acá hay mucho racismo, me refiero a que hay gente que te trata bien, pero también hay italianos que piensan que porque venimos de países bajos, somos primitivos; cuando en realidad no es así. Mayormente la gente que dice eso, no conoce nuestra cultura.
No puedo decir que no extraño la comida trujillana, pero la comida Italiana también es mas sana y mas variada en lo que es alimentación, ellos consumen bastante queso y leche, por eso es que aquí muy poca gente que se enferma de osteoporosis. Porque consumen bastantes lácteos.
¿Qué es lo que mas recuerdas de tu barrio?
Que salía a jugar con mis amigos, había mas libertad por ejemplo si tú quieres jugar vóley, salías al parque, o jugabas en la propia pista. En cambio, en Milano se vive en apartamento y uno no puede hacer fiesta o escuchar música en alto volumen. Y si tú quieres jugar vóley, tienes que irte a una cancha y pedir permiso. Las cosas funcionan así en ese País.
¿Quienes son tus amigos en el extranjero?
Amigos acá, no hay. Nosotros mayormente salimos en familia porque es difícil tener amigos por el mismo trabajo que tu tienes, acá tu no tiempo para nada, acá no hay tiempo para hacer amigos. Yo trabajo de lunes a sábado y solo salgo los domingos, tiempo que lo dedico en descansar y estar con mi pareja, así que ya te imaginaras.
¿Qué estas haciendo actualmente?
Sigo trabajando cama adentro, cuidando a una señora mayor. Creo que esto ya se convirtió en mi especialidad (risas), además de que ya estoy acostumbrada.
¿Alguna vez te ha tocado cuidar a una ancianita renegona, de la cual te hayas aburrido?
Bueno, hasta ahora no me ha tocado una persona que sea aburrida. Lo que pasa es que, hay que saber tratarlos, tenerles mucha paciencia, porque tú sabes que cuando uno llega a ser viejo, se comporta como un niño y hay que ser paciente con ellos.
¿Te has sentido alguna vez marginada?
Marginada, no. Lo que pasa es que la gente que trabaja aquí, para amargada, es por el mismo estrés del trabajo, pero hay italianos que tratan mal a los latinos; les tiran el dinero al suelo, te lo dan de mala gracia. Hay personas así, pero si no te faltan al respeto, normal. Lo único es tratar de ignorarles.
Piensas que Italia es un buen lugar para vivir?
No. Yo veo bastantes personas que vienen a vivir a Italia con sus hijos, sus hermanos. Piensan que pueden comenzar su vida en otro País; pero yo pienso que no es así. Aquí la vida es cara, sobretodo con niños, porque habría que darles educación primaria, secundaria. Además me perece que la educación no es buena, porque aquí los niños no hablan, ellos gritan. Si tú subes a un autobús donde están niños, te tienes que tapar los oídos porque el ruido que hacen es terrible.
¿Qué comida Italia es tu favorita?
La pizza. Aunque toda la comida es buena, es sana sobretodo.
¿Que es lo que más te gusta de Italia?
Yo estoy ocho años, de repente su historia, sus tradiciones, su arte, su arquitectura.
¿Piensas regresar?
Si, por supuesto, pero será de aquí a unos tres años mas. Nosotros pensamos en seguir ahorrando un poco mas, para después venirnos a vivir nuevamente al Perú. Con el dinero ahorrado, nosotros compramos una casa en Trujillo, también tenemos un Stand en el Virrey, el cual alquilamos y eso nos deja unos ingresos extra. Extrañamos Perú, pero tenemos que sacrificarnos si queremos tener una vida mejor.
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