"En el mercado Santa Rosa se vende de todo, desde comida al paso, películas de estreno en DVD, hasta servicio de peluquería".
Como todos los días, el mercado zonal “Santa Rosa” abre sus puertas a las seis en punto de la mañana. Los vendedores llegan poco a poco con sus grandes mercaderías: pescado, fruta, papa, carne y arroz. Todo para tener bien surtido sus respectivos puestos de trabajo.
Algunos que otros compradores aledaños van llegando temprano; ellos son los que se llevan las mejores carnes y lo mejor en pescado fresco.
En su puesto del mercado “Santa Rosa”, Roxana Ávila en compañía de su hijo Daniel, ordenan los pescados y sacan los cangrejos amontonados de los depósitos en donde los transportan. Con mandil blanco, Roxana se prepara para recibir a sus primeros compradores. “Acá hay que venir a trabajar temprano, es igual como el refrán “Al que madruga, Dios le ayuda”, dice.
Conforme transcurre la mañana, van llegando más clientes. El hijo de Roxana corta la cabeza de un pescado entero, lo limpia, saca las escamas y se lo entrega en una bolsa a una señora que espera ansiosamente por su vuelto.
Algunos que otros compradores aledaños van llegando temprano; ellos son los que se llevan las mejores carnes y lo mejor en pescado fresco.
En su puesto del mercado “Santa Rosa”, Roxana Ávila en compañía de su hijo Daniel, ordenan los pescados y sacan los cangrejos amontonados de los depósitos en donde los transportan. Con mandil blanco, Roxana se prepara para recibir a sus primeros compradores. “Acá hay que venir a trabajar temprano, es igual como el refrán “Al que madruga, Dios le ayuda”, dice.
Conforme transcurre la mañana, van llegando más clientes. El hijo de Roxana corta la cabeza de un pescado entero, lo limpia, saca las escamas y se lo entrega en una bolsa a una señora que espera ansiosamente por su vuelto.
La radio suena frenéticamente en un puesto vecino donde venden abarrotes: arroz, sibaritas, azúcar, leche, jugos envasados. Es un puesto blanco, pequeño; no está muy bien surtido pero cuenta con los productos de primera necesidad.
En el mercado Santa Rosa se vende de todo, desde comida al paso, hasta películas de estreno en DVD. Juguetitos en miniatura ocupan un puesto, donde no solamente se encuentran juguetes para niños, si no también escobillas de lavar ropa y bateas de todos los tamaños. En la misma dirección del puesto de juguetes, una señora de pelo crespo y anteojos, limpia sus jarrones y arregla sus cuadros decorativos. “Acá conozco a todos mis clientes y nadie me engaña porque les pido sus datos personales y les voy a cobrar a su casa”, comenta la señora con una sonrisa.
Más allá, un señor está sentado en una cabina de madera. Es una renovadora de calzado donde se arreglan zapatos y todo tipo de cuero.
En el mercado Santa Rosa se vende de todo, desde comida al paso, hasta películas de estreno en DVD. Juguetitos en miniatura ocupan un puesto, donde no solamente se encuentran juguetes para niños, si no también escobillas de lavar ropa y bateas de todos los tamaños. En la misma dirección del puesto de juguetes, una señora de pelo crespo y anteojos, limpia sus jarrones y arregla sus cuadros decorativos. “Acá conozco a todos mis clientes y nadie me engaña porque les pido sus datos personales y les voy a cobrar a su casa”, comenta la señora con una sonrisa.
Más allá, un señor está sentado en una cabina de madera. Es una renovadora de calzado donde se arreglan zapatos y todo tipo de cuero.
Situado en la calle Cristóbal Lozano, el mercado Santa Rosa ocupa la superficie como la de un colegio; pintado de color melón con amplios portones a sus costados, donde se aglutinan los vendedores con sus 126 puestos en el mercado.
Este mercado se fundo un 29 de setiembre de 1978, con un número de 40 socios, con el nombre de “Asociación de comerciantes informales del mercado la Noria”. Teniendo como directivos al Sr. Diego Haro, Wilson Argomedo y Eduvina Blas.
El 27 de febrero de 1995, se cambio el nombre de asociación de comerciantes por “Comité Tiwinsa” y se inscribió en Registros Públicos con la siguiente directiva: Presidente (Diego Haro), Vicepresidente (Martin Otianiano), Secretario de actas (María Zavaleta), Sec. De economía (Olivia de Astro), Sec. Organización (Luis Credo), Sec. De Defensa (Consuelo Orbegoso), Sec. Disciplina (Porfirio Vilca), Sec. Prensa y Propaganda (Roció Díaz), Vocales (Carmen Huamán y Ana Campo Verde). Posteriormente el mercado Santa Rosa fue comprado como Comité Tiwinsa en el año 1996.
El 27 de febrero de 1995, se cambio el nombre de asociación de comerciantes por “Comité Tiwinsa” y se inscribió en Registros Públicos con la siguiente directiva: Presidente (Diego Haro), Vicepresidente (Martin Otianiano), Secretario de actas (María Zavaleta), Sec. De economía (Olivia de Astro), Sec. Organización (Luis Credo), Sec. De Defensa (Consuelo Orbegoso), Sec. Disciplina (Porfirio Vilca), Sec. Prensa y Propaganda (Roció Díaz), Vocales (Carmen Huamán y Ana Campo Verde). Posteriormente el mercado Santa Rosa fue comprado como Comité Tiwinsa en el año 1996.
La primera piedra para la construcción del mercado fue puesta en el año 1996, contando con el apoyo del Ingeniero José Murgia Zanier, quien era el alcalde Trujillo por esa época. Un año después se cambió el nombre de Comité Tiwinsa por “Asociación de comerciantes MERCADO SANTA ROSA-BOSQUE”. En este mismo año se inaugura, teniendo como padrino al Ing. José Murgia y con la misma directiva, encabezada por el señor Haro.
Es un 30 de agosto de 1997, cuando se apertura las puertas del mercado, con la finalidad de dar servicio a la colectividad de las Urb. más cercanas. “Este mercado se construyo con el apoyo incondicional del Ing. Murgia, por la donaciones en los materiales de construcción (arena, ladrillo, fierro, cemento), el fue un buen alcalde porque nos apoyo muchísimo”. Comenta Haro, administrador y Presidente Principal del mercado.
Es un 30 de agosto de 1997, cuando se apertura las puertas del mercado, con la finalidad de dar servicio a la colectividad de las Urb. más cercanas. “Este mercado se construyo con el apoyo incondicional del Ing. Murgia, por la donaciones en los materiales de construcción (arena, ladrillo, fierro, cemento), el fue un buen alcalde porque nos apoyo muchísimo”. Comenta Haro, administrador y Presidente Principal del mercado.
Actualmente, el mercado no cuenta con una escritura pública debido a que cuando se compro el terreno, las calles todavía no estaban urbanizadas. Ante eso, el presidente del mercado comenta que pronto tendrá la escritura en sus manos para no tener ningún tipo de problema.
En el mercado “Santa Rosa”, donde va gente de todas partes, las vendedoras de comidas ubicadas en la entrada posterior del mercado, no dejan de mostrar en sus pizarras blancas el menú del día. Ahí dentro la señora Teresa, espera a sus comensales; quienes normalmente son los choferes y cobradores de la Empresa Girasoles, un servicio de transportes que cubre las rutas Bosque- Esperanza. Teresa espera con un cabrito y una sopa de verduras a sus clientes, quienes poco a poco van llegando cerca del mediodía.
En el mercado “Santa Rosa”, donde va gente de todas partes, las vendedoras de comidas ubicadas en la entrada posterior del mercado, no dejan de mostrar en sus pizarras blancas el menú del día. Ahí dentro la señora Teresa, espera a sus comensales; quienes normalmente son los choferes y cobradores de la Empresa Girasoles, un servicio de transportes que cubre las rutas Bosque- Esperanza. Teresa espera con un cabrito y una sopa de verduras a sus clientes, quienes poco a poco van llegando cerca del mediodía.
Los que venden frutas todavía permanecen en sus puestos, sentados y espantando las moscas que vienen por el olor dulce de las frutas. La señora de las verduras pesa unas cuantas cebollas y se encarga de cobrar. “Ya, para ti te lo doy a cincuenta, amor”. Esta señora se llama Rosa, tiene un puesto de verduras desde hace 10 años y todos sus caseros la conocen como la señora “Amor” ya que cada vez que uno se dirige a comprar algo a su puesto, ella responde con sus características palabras ¿Qué vas a llevar amor? o ¿Qué deseas linda?, ganándose así el cariño de la gente y quizá un cliente más.
El cargador con su carretilla, transporta las mercancías y la paisana con su falda de colores, todavía vende alfalfa para el cuy. Los compradores se pasean por todo el mercado buscando los precios más baratos y unos que otros se limitan a revisar su monedero para ver si esta vez les alcanza.
En otro puesto, una chica prepara jugo en la licuadora, mientras que otra señora se encarga de freír las papas rellenas. Siendo las 8.30 de la mañana; los clientes llegan para deleitarse con un juguito y un infaltable pan con pollo. Ellos terminan de comer y la chica que les atendió vuelve a servirles la “yapa”, como se acostumbra en el Perú.
Pollos, gallinas, carne de res y chancho despiden un olor nauseabundo colgados desde unos fierros que parecen oxidados. Los vendedores de carnes no tienen una tabla especial donde cortar el pollo y poco les importa la salud de la gente, pues cortan el pollo en troncos de madera donde muchas veces suelen acumularse millones de bacterias.
Los compradores pasan observando la sección de carnes hasta encontrar a su casero favorito; quizá por el precio o quizá porque les vende un producto de calidad. Otros en cambio optan por comprar en donde está mas limpio o en donde la carne tenga un buen aspecto.
ANIVERSARIO
La apertura del mercado zonal Santa Rosa coincide en una de las fechas en que se recuerda a “Santa Rosa de Lima”. Ese día el mercado se viste de fiesta con adornos en cada uno de los puestos y con un letrero de color amarillo colgado a la vista del público, donde indica a los pobladores el aniversario que cumple.
Repartir bocaditos, empanadas, pastelitos, gaseosas y comida, se ha vuelto una tradición en cada aniversario. En esa fecha especial, el mercado esta repleto de compradores quienes van por probar los bocaditos, pero también por los fieles caseros; que día a día visitan al mercado Santa Rosa.
Pollos, gallinas, carne de res y chancho despiden un olor nauseabundo colgados desde unos fierros que parecen oxidados. Los vendedores de carnes no tienen una tabla especial donde cortar el pollo y poco les importa la salud de la gente, pues cortan el pollo en troncos de madera donde muchas veces suelen acumularse millones de bacterias.
Los compradores pasan observando la sección de carnes hasta encontrar a su casero favorito; quizá por el precio o quizá porque les vende un producto de calidad. Otros en cambio optan por comprar en donde está mas limpio o en donde la carne tenga un buen aspecto.
ANIVERSARIO
La apertura del mercado zonal Santa Rosa coincide en una de las fechas en que se recuerda a “Santa Rosa de Lima”. Ese día el mercado se viste de fiesta con adornos en cada uno de los puestos y con un letrero de color amarillo colgado a la vista del público, donde indica a los pobladores el aniversario que cumple.
Repartir bocaditos, empanadas, pastelitos, gaseosas y comida, se ha vuelto una tradición en cada aniversario. En esa fecha especial, el mercado esta repleto de compradores quienes van por probar los bocaditos, pero también por los fieles caseros; que día a día visitan al mercado Santa Rosa.
Hoy en día los clientes aledaños de las calles Juan del Corral, Diego Quispe, Matías Maestro y entre otros, tienen un lugar más cercano donde realizar sus compras. Las amas de casa ya no tienen que ir hasta el mercado Mayorista o hasta el famoso mercado “La Hermelinda”. Ahora ellas tienen un mercado a tan solo unas cuadras de sus respectivas casas.
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